Por Rafael Bautista S. , Resumen Latinoamericano 3 de octubre de 2024
CONFERENCIA DE RAFAEL BAUTISTA S.: “LA DISPUTA POR SUDAMÉRICA: LA DEMARCACIÓN ONTOLÓGICA DEL DÓLAR” Para Pacha Saraya Yatiña, 27 de septiembre de 2024. “
… Para la elite desplazada, el único horizonte político se reduce a la disputa por el poder. Saben que lo único que garantiza su sobrevivencia política es la reposición del mando en manos del líder único, porque sólo su presencia endiosada hace posible el retorno de todos. Sin el líder, ellos ya no tienen sentido en la política. Sin ellos, el líder ya no tiene el poder deseado. Ni siquiera ya defienden al líder por fe sino por cálculo, lo usan como única garantía de su sobrevivencia política. Y el líder los usa y abusa, porque necesita quien le invente legitimidad. Por eso replican la paradoja señorial: pudieron ser los impulsores de otro mundo, pero esa elite señorial es incapaz de reunir las condiciones subjetivas ni objetivas para auto transformarse a sí misma. Por eso todo se reduce a una disputa por el poder. Ninguno de los dos bandos propone algo distinto, sólo insisten en su presencia mesiánica como salvoconducto de la salvación general. El gobierno actual sólo se dedicó a dar continuidad a lo que ya se había hecho. Cuando las decisiones estatales, que debieran ser siempre eminentemente políticas no son asumidas y sólo se confía en la burocracia de la inercia estatal, se subsume lo político en favor del poder burocrático jurídico-administrativo, que responde “técnicamente” a la ideología oligárquico-liberal hecha credo estatal. La desidia de desmerecer el abordaje geopolítico (sobre todo cuando feneció la globalización, el orden unipolar, en medio de la expansión del BRICS+), porque nos estamos jugando la permanencia del Estado plurinacional en el nuevo tablero geopolítico, será de completa responsabilidad de los implicados en una trifulca que, para deleite imperial, provocarán un asalto estatal mucho más contundente que el golpe de 2019. En tal caso, el Estado boliviano habrá renunciado a ser el nuevo corazón geopolítico sudamericano, dejando sola a una Venezuela amenazada hasta por la izquierda progre y woke de la región”.