Por Sirio López Velasco
El 11 de septiembre de 2024 (día por demás simbólico, pues se recordaban los 51 años del sangriento Golpe de Estado contra Salvador Allende) se conoció en Chile y en el exterior un breve Comunicado firmado por el Movimiento Liberación Nacional Mapuche, LNM; ver la versión integral del Comunicado al fin de estas líneas.
En el mismo se da cuenta del sabotaje a dos retroexcavadoras que, al servicio de una gran empresa (amparada por guardias privados y fuerzas policiales y militares estatales), estaban destruyendo lugares sagrados para la cultura mapuche.
El Comunicado describe esa acción destructiva de la Naturaleza no humana por parte de esa empresa como parte de la ofensiva capitalista, a la que promete responder a la medida. Pide la libertad para varios luchadores mapuches presos, termina exigiendo la salida de la tierra mapuche de esa empresa, de los latifundistas, las empresas forestales y las salmoneras, y proclama como herramientas de victoria a la unidad y la lucha armada.
La noticia me llamó la atención por un evidente contraste.
A quienes nacimos en la cultura “blanca” y a fines de los años 1960 nos incorporamos en un rincón del Conosur a la lucha armada por la Liberación Nacional y el Socialismo, nunca se nos hubiera ocurrido atacar a una empresa porque estaba destruyendo a la Pachamama.
En primer lugar porque, a diferencia de los mapuches, no teníamos esa claridad acerca del hecho de que somos hijos de la Madre Tierra, y por tanto, no considerábamos que los elementos naturales (como los cerros, citados en el Comunicado) pudieran ser catalogados como sagrados.
En segundo lugar, y estrechamente vinculado a lo anterior, porque no éramos conscientes de que la lucha social debería ir estrechamente vinculada a la ecológica, ya que en la lucha socioambiental contra el capitalismo (que hoy asumimos en su integralidad desde la óptica ecomunitarista) se juega el futuro de la Humanidad y de (por lo menos buena parte de) la vida en el Planeta.
En tercer lugar, y vinculándose a los dos anteriores factores, porque no teníamos (como los mapuches) la experiencia hereditaria de una Comunidad que no sólo une a los humanos vivos, sino que engloba también al conjunto de los seres vivos y no vivos y al recuerdo de los ancestros (para los mapuches presentes en forma física y/o espiritual). Hijos del capitalismo, y, como tales, individuos atomizados y opuestos entre sí, sólo concebíamos esa Comunidad (por lo menos en lo que a los humanos se refiere) como resultado de nuestra lucha, más allá del capitalismo, o sea en el Comunismo postulado por Marx.
En aquella época, además, lo más probable es que hubiéramos pedido en nuestro rincón (que no es Chile) la estatización de la empresa ahora denunciada por el LMN, como la de todas las otras grandes empresas, y nunca hubiéramos reivindicado que la(s) misma(s) abandonase(n) el territorio en el que habitábamos.
Y en tal postura anidarían por lo menos dos errores.
El uno radica en el hecho de que con criterio socioambiental ecomunitarista en el caso de ciertas empresas da lo mismo quién sea su propietario, si su labor destruye a la Madre Tierra.
Y en segundo lugar (y esto al interior de un debate dentro del movimiento mundial que se identifica con el socialismo y comunismo marxianos), porque la Historia ha demostrado que la estatización no siempre equivale a la socialización de los medios de producción, si éstos no son efectivamente controlados-gerenciados por el conjunto de los trabajadores y de la ciudadanía (o sea, por el conjunto de los productores libres, libremente asociados, como se refirió Marx a la relación socioproductiva propia del comunismo).
Si algo acerca el texto del Comunicado a nuestra teoría y práctica de aquella época es el entendimiento de que dentro del capitalismo no hay existencia sana para la especie humana (a lo que hoy se agrega en óptica ecomunitarista la comprensión de que tampoco la hay para el Planeta, devastado o contaminado a veces de forma irreversible en aras del dios Lucro adorado por el capitalismo), y por tanto hay que lograr una vida comunitaria-ambiental que vaya más allá de él; y también nos sentiríamos próximos en aquella época a la reivindicación de la lucha armada para lograr esa superación del capitalismo.
Pero el Comunicado reivindica claramente a la unidad junto a la lucha armada como herramientas de lucha necesarias. E infelizmente nuestra experiencia no siempre fue acorde a esa búsqueda y consolidación de una lucha anti-capitalista unitaria, porque a veces el sectarismo y la arrogancia
dividieron a fuerzas anticapitalistas que hubieran debido (y deben) combatir mano en la mano. Hoy, caminando hacia el Ecomunitarismo (que tiene una estructura intercultural) esa unidad llevada al plano intercultural es perfectamente posible en la búsqueda de Estados Plurinacionales (mientras existan los Estados) orientados hacia el Buen Vivir, como el que está intentando construir Bolivia desde 2006. En óptica ecomunitarista ese Buen Vivir incluye, por lo menos, una Economía comunitaria (por tanto, sin patrones) y ecológica, una Política de tod@s basada preferencialmente en la democracia directa (mediante asambleas, plebiscitos y referendos), una Educación ambiental ecomunitarista socialmente generalizada (para la que hemos trazado directrices muy concretas tanto en lo relativo a la educación formal como a la no formal), una Comunicación horizontal y simétrica (que ponga en manos de las comunidades todos los medios de comunicación, desde los tradicionales hasta las redes digitales), y una Estética de la liberación (que a tod@s lleva a hacer arte y educa para disfrutar del arte).
Sin duda que hoy al ver ese Comunicado muchas fuerzas de la supuesta izquierda rebautizada como “progresista” se horrorizarán ante el hecho de que un Movimiento que se define como defensor de una cultura originaria y anticapitalista, reivindique la legitimidad de la lucha armada como instrumento.
Pero hay que notar que ese es el último recurso de un pueblo que en el caso de los mapuches ha sido desoído en sus reclamos pacíficos por más de 150 años, incluso por gobiernos de esa supuesta izquierda; y no hay paciencia que no tenga un límite, pues está escrito que hasta Cristo la perdió ante los mercaderes del templo.
Y en segundo lugar, notamos en óptica ecomunitarista, que en la acción reivindicada en ese Comunicado, las “víctimas” no han sido personas o seres vivos (no hubo muertos ni heridos), ni tampoco elementos naturales, sino frías máquinas.
Así, en dicha acción no hay violación a la tercera norma fundamental de la Ética, pues la misma nos obliga a preservar-regenerar la salud de la NATURALEZA humana y no humana (y no de máquinas). [Claro que a la luz del principio rector del Ecomunitarismo que reza “De cada un@ según sus capacidades y a cada un@ según sus necesidades, respetando los equilibrios ecológicos y la interculturalidad”, y del otro principio de las “5 R” (que nos exige Reflexionar sobre qué Planeta queremos para nosotr@s y para legar a nuestros descendientes, Renunciar al consumismo y adoptar la frugalidad ecológica voluntaria, y Reducir, Reutilizar y Reciclar los insumos y residuos) lo correcto sería reutilizar esas máquinas en tareas no destructivas de la Madre Tierra o reciclarlas para fabricar otras herramientas no nocivas para la Pachamama].
Para terminar queremos subrayar dos características lingüísticas del Comunicado.
En primer lugar hay que notar que usa varios términos del idioma mapuche (el mapudungun) para designar entes y vivencias que solo con ellos son fielmente caracterizados al interior de su cultura. A quienes somos latinoamericanos de raíz “blanca-española” y de clase media esa osadía nos obliga a consultar un diccionario que muy probablemente no tenemos en nuestra casa, mientras que nunca faltan en nuestras bibliotecas los diccionarios de inglés y/o de francés y/o de alemán (el portugués, representado en el Continente nada menos que por el gigante Brasil, en ese sector social se considera una “lengua menor”).
Y en segundo lugar notamos que ese texto está plagado de errores de ortografía en relación a la norma castellana, como si sus autores nos estuvieran diciendo “esa no es nuestra lengua, sino la del invasor, y poco nos importa manejarla adecuadamente, con tal de que nos entiendan los hijos del invasor”.
Anexo: el Comunicado
A nuestro pueblo nación Mapuche y al pueblo chileno consciente en general El Movimiento de Liberación Nacional Mapuche LNM declara lo siguiente:
Nos adjudicamos a la acción de sabotaje llevada a cabo el lunes 9 de septiembre del presente año en el fundo miraflores (Lautaro) resultando destruida 2 maquinas retroexcavadoras que prestaban servicio a la empresa de Aridos Rubilar, empresa que a estado Dinamitando el winkul Lonkoche, esto acompañado constantemente con resguardo policial, militar y guardias privados, como siempre estos asesinos al servicio de los ricos y como lo ase tambien el actual gobierno de turno liderado por el titere de Gabriel Boric que se a encargado de endurecer aun mas la represion hacia nuestro pueblo mapuche.
Con esta accion ejecutada por nuestros Weichafe reafirmamos nuestro compromiso con la defensa de nuestra Mapu ka itrofilmogen, esta a la vista de todos ustedes la destrucción irreparable que generan las empresas de Aridos que con los años an agotado casi el 80% de los recursos naturales en los rios, sobre todo en el Lewfu kautin, no conforme con eso ahora avanzan hacia los winkul (cerros) destruyendo toda vida que ahi habitan como tambien cada NGEN que acompañado a nuestros kuyfikecheyen desde tiempo inmemoriables hasta el dia de hoy. Al estado chileno capitalista, no olviden que estan en nuestro territorio y que cada golpe represivo hacia nuestra gente sera devuelto de la misma forma en cualquier parte de nuestro wallmapu.
Libertad a Jorge Cayupán, Nelson Queupil, Luis Tranamil, Claudia Nahuelan, Jose Caceres y a todos los PPM.
Fuera los Aridos, Forestales, Latifundistas, Salmoneras y toda inversión capitalista de nuestro territorio!!
En la unidad y la lucha armada “Venceremos.”
Movimiento de Liberacion Nacional Mapuche LNM.”
Bibliografía Mínima
José A. de la Fuente y Ricardo Salas (Orgs., 2021) Introducción al Ecomunitarismo y a la Educación Ambiental – Una lectura chilena de la obra de Sirio López Velasco, Ed. Ariadna, Santiago de Chile, disponible gratuitamente en http://ariadnaediciones.cl/ https://doi.org/10.26448/ae9789566095330.16
y en https://zenodo.org/record/5745105#.YaZXEdDMI2w
y en https://dlc.dlib.indiana.edu/dlc/handle/10535/10827
en https://library.oapen.org/handle/20.500.12657/51640
y en https://es.scribd.com/document/561776175/Introduccion-Al-Ecomunitarismo-y-Educacion-Ambiental
Sirio López Velasco, Ética ecomunitarista (2009, Ed. UASLP, México), disponible gratuitamente en https://rebelion.org/download/etica-ecomunitarista-etica-para-el-socialismo-del-siglo-xxisirio-lopez-velasco/?wpdmdl=654430&refresh=5ffa00fe3411b1610219774
y en https://www.scribd.com/document/557262193/Etica-ecomunitarista
Sirio López Velasco, Contribuição à Teoria da Democracia: uma perspectiva ecomunitarista (2017, Ed. Fi, Brasil), disponible gratuitamente en https://www.editorafi.org/196sirio
Sirio López Velasco, Filosofía ecomunitarista aplicada. vol 1 Textos breves 2022-2023 (2023, org. Claudinei A. de Freitas da Silva, Ed. Fi, Brasil), disponible gratuitamente en
https://www.editorafi.org/ebook/a042-filosofia-ecomunitarista-aplicada
Sirio López Velasco, Filosofía ecomunitarista aplicada. vol 2 (2024, org. Claudinei A. de Freitas da Silva, Ed. Quero Saber, Brasil), disponible gratuitamente en https://doi.org/10.58942/eqs.108