Por Kōhei Saitō
Te presentamos el texto «Reverdecer a Marx en Japón, la cual es una entrevista a Kōhei Saitō.
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el decrecimiento tiene muchas tradiciones diferentes y lo mismo puede afirmarse del estado estacionario. Lo que estoy intentando hacer es introducir a Marx en los debates sobre el decrecimiento. Quiero demostrar que Marx y otros socialistas y comunistas del siglo xix como William Morris o Kropotkin no pensaban en términos de crecimiento económico eterno. Creo que el marxismo puede contribuir mucho aportando una economía política y una crítica del imperialismo. De lo contrario, el decrecimiento podría caer en una posición más reaccionaria y conservadora. Pero necesitamos planes, y eso es algo que Marx no elaboró realmente. Así que, en cierto sentido, hoy tenemos que ir más allá de Marx: él no habló de cómo establecer el comunismo del decrecimiento, lo cual ha espoleado mi interés por la cuestión de la planificación ecológica.
Entiendo que algunos de los cambios de estilo de vida necesarios –reducir el consumo de carne, reducir el número de vuelos– no son atractivos para mucha gente, al menos a día de hoy. Pero por ello debemos argumentar en pro de tal estrategia. El decrecimiento sostiene que puede combinarse un nuevo tipo de abundancia con una menor producción. Creo que cuando la gente lo entiende, las propuestas cobran sentido. Reducir el consumo no solo ayudaría al medio ambiente, sino que tendría un efecto positivo sobre nuestra salud y sobre nuestra calidad de vida. Simplemente no necesitamos gastar tanto dinero en determinadas cosas. Una vez que renunciemos a nuestro deseo capitalista de comprar coches más grandes, casas más grandes, de adquirir los últimos modelos, azuzados por la publicidad, todo lo cual es muy despilfarrador, podremos concebir formas de vida diferentes, que amplíen el ámbito de la libertad.
Hay que reducir el reino de la necesidad –es lo que dice Marx– para ampliar el reino de la libertad. Y podemos ampliar el reino de la libertad renunciando a cosas que consideramos necesarias, pero que en realidad no necesitamos. Esta es mi interpretación de la Crítica del Programa de Gotha de Marx, que afirma que la Genossenschaft –la riqueza– fluye abundantemente en una sociedad comunista, lo cual no significa que necesitemos producir tantas cosas como producimos ahora una vez que entremos en la etapa socialista. La abundancia en el comunismo es diferente de la propiedad privada en cuyo régimen todo está monopolizado por los capitalistas, pero donde también nosotros monopolizamos muchos recursos. En cambio, una vez que empezamos a compartir, llegamos a reconocer la abundancia de la cultura existente. Es esta nueva concepción de la riqueza la que es necesaria.