- Estados Unidos sigue dominando con más de la mitad del gasto en armas nuclear a nivel mundial
- China avanza a un ritmo que supera todas las previsiones
Por Alejandro Alcolea
Dentro de la geopolítica mundial, la disuasión mediante un arsenal nuclear sigue teniendo un peso enorme. Aunque hay negacionistas de las bombas nucleares, los países que cuentan con la capacidad para tener este tipo de armamento no sólo lo están mejorando, sino que se están haciendo con más ojivas. Un ejemplo es China, que en sólo un año pasó de 410 a 500 ojivas.
Y eso implica la inversión de miles de millones de dólares a nivel mundial. Y en este revelador gráfico que han elaborado en ICANW, podemos comprobar de un vistazo quiénes se llevan la mayor parte del pastel en la inversión en armas nucleares.
Gráfico de ICANW. Fuente: Global nuclear Weapons Spending 2023
2.898 dólares por segundo. El año pasado, y según el estudio de International Campaign to Abolish Nuclear Weapons -ICANW-, las principales potencias en arsenal nuclear invirtieron la friolera de 91.393.404.739 dólares. Son 10.700 millones más que en 2022, suponiendo un espectacular aumento del gasto en este armamento. Como los casi cien mil millones son una cifra tan bestia y alejada de nuestra realidad, vamos a reducirla: son 173.888 dólares por minuto o 2.898 dólares por segundo. Esas cifras ya son más fáciles de comprender.
¿Y quiénes son los que más gastan? Pues aquí dejamos la tabla:
Gasto nuclear | Porcentaje | |
---|---|---|
Estados Unidos | 51.000 millones | 56,4% |
China | 11.900 millones | 13% |
Rusia | 8.300 millones | 9,1% |
Reino Unido | 8.100 millones | 8,8% |
Francia | 6.100 millones | 6,6% |
India | 2.700 millones | 2,9% |
Israel | 1.100 millones | 1,2% |
Pakistán | 1.000 millones | 1% |
Corea del Norte | 900 millones | 0,9% |
China. Una de las que más ha invertido (junto a una Estados Unidos que representó el 80% del aumento del gasto en armas nucleares en 2023) fue China. No hay sorpresas aquí y, como decíamos, parece que la tendencia será alcista porque China se encuentra en pleno “estirón nuclear”.
El aumento de ojivas nucleares en el siguiente asiático ha sido notable estos últimos años, tanto que está destrozando las expectativas del gobierno al que más le preocupa esto: Estados Unidos. En 2020, el Departamento de Defensa de Estados Unidos asumía que China tendría unas 400 ojivas de cara a 2030. Bueno, pues han superado en 100 unidades esa cantidad… y siete años antes.
En aumento. Con este panorama, las nuevas estimaciones del Pentágono ya prevén un arsenal nuclear chino de unas 1.000 ojivas nucleares operativas para 2030, y a nivel mundial ese impulso de China se puede notar con un mayor gasto por parte de otros países para mantener ese escudo de persuasión ante un ataque.
Durante los últimos cinco años, se han invertido 387 mil millones en armas nucleares y países que no son esas dos superpotencias que siempre tenemos en mente, también están gastando mucho más. Reino Unido aumentó la inversión en un 17% de 2022 a 2023. Países como Ucrania, curiosamente, renunciaron a él.
Psicosis nuclear. Desde el ICANW apuntan que «la aceleración del gasto en estas armas inhumanas y destructivas durante los cinco últimos años no está mejorando la seguridad global, sino que plantea una amenaza global». Y esa psicosis nuclear se ha podido notar durante ciertas fases de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Una de las cosas que denuncia ICANW es que hay contratos por valor de hasta 387.000 millones de dólares hasta 2040 por parte de algunos países y que los datos en aquellos en los que hay más transparencia, reflejan que esa bestial inversión anima el desarrollo de armamento. El motivo es que se crea riqueza para las empresas involucradas y son los fabricantes de armas nucleares los que influyen en las políticas gubernamentales y las actitudes públicas hacia este tipo de armamento.
El costo de oportunidad. Además, si se invierte ese dinero en armaas nucleares, se deja de destinar para otras cosas, como ayudas sociales, financiación de renovables, luchar contra el cambio climático, proteger la biodiversidad y reducir las desigualdades.
Además, ponen números sobre la mesa: con esos cinco años del gasto en armas nucleares, se podrían haber alimentado a 45 millones de personas durante la mayor parte de sus vidas. Y un minuto del gasto en armas nucleares en 2023 (recordemos que son 173.888 dólares) habrían dado para plantar un millón de árboles.