Por Silvio Schachter
Cuando se cumplen, desde el ataque de Hamas el 7 de octubre, más de 200 días de la feroz ofensiva del ejército israelí contra el pueblo palestino, con más 35.000 víctimas, que ha convertido a Gaza en un gigantesco cementerio infantil, el apoyo incondicional del gobierno de EEUU ha generado una extraordinaria ola de protestas estudiantiles, como no se recuerdan desde la guerra de Vietnam y que se ha ido extendiendo a otros países.
Mientras Biden habla de ayuda humanitaria, el Congreso estadounidense aprueba 26.380 millones de dólares para Israel y continúa reponiendo su arsenal de armas, para apoyar el genocidio que sigue en curso. La indignación ha ido creciendo, y tomado fuerza en las aulas y campus universitarios.
Desde el primer acampe, que se inició en Vanderbilt University (Nashville, Tennessee) el 26 de marzo, hasta hoy, son más de 50 en los campus universitarios de todo el país, 75 en total contando las diversas acciones de solidaridad. A pesar de la represión, los acampes siguen y se rearman nuevamente. Quien logró captar la atención y encender la mecha del movimiento fue el acampe en la Universidad de Columbia. Ante la magnitud y repercusión de la demostración estudiantil, las autoridades llamaron a la NYPD (Policía de NY) el 18 de abril para desalojar a los estudiantes; el resultado de la represión fue la detención de más de 100 estudiantes. Ante las detenciones, los estudiantes de la New York University (NYU), una de las universidades privadas más ricas e importantes de la ciudad, armaron un acampe en solidaridad con sus pares de Columbia, el mismo día, la policía procedió a desalojar. Las autoridades armaron un muro y los estudiantes deben pasar por un retén para ingresar.
Otro de los acampes importantes es el de la Cuny University of New York,CUNY ( Universidad Municipal de Nueva York) Se trata de una universidad pública de la ciudad de Nueva York, con fuerte presencia de jóvenes negros y latinos, que tiene un importante legado de luchas estudiantiles.
Los campamentos son los últimos actos de una ola de protestas disruptivas a favor de los palestinos que llaman la atención sobre el genocidio. Manifestaciones anteriores han cerrado temporalmente puentes, estaciones de tren y aeropuertos en protesta por el ataque en curso de Israel contra Gaza.
A medida que las acciones estudiantiles se multiplican recrudece la represión, en la Emory University (Atlanta), los medios reprodujeron la violenta detención de profesoras solidarias con sus alumnos. La Universidad del Sur de California permitió que los agentes dispararan balas de goma contra los estudiantes, y la Universidad de Texas-Austin disponía de policías locales y estatales en motocicletas, a caballo y a pie arrestando a los estudiantes. El gobernador de Texas, Greg Abbott, criticó la protesta realizada en la Universidad de Texas en Austin. “Estos manifestantes deberían estar en la cárcel”, escribió en X, junto con un video de policías estatales con equipo antidisturbios dispersando a los manifestantes. “El antisemitismo no será tolerado en Texas”
El presidente de la Universidad de Pensilvanial , J. Larry Jameson, pidió en un correo electrónico que el campamento se disolviera de inmediato o los manifestantes enfrentarían sanciones. Un grupo de profesores le respondió en una carta: “Su declaración caracteriza erróneamente la naturaleza general de una protesta contra la guerra que necesariamente involucra emociones fuertes en ambos lados, pero que, hasta donde sabemos, no ha involucrado ninguna violencia real o amenazas de violencia contra individuos en nuestro campus. La carta del Comité Ejecutivo de AAUP-Penn agrego “Por el contrario, los involucrados en la manifestación han trabajado para mantener un espacio no violento de discusión, debate e incluso desacuerdo, en el espíritu de un ambiente educativo”.
Ante el abuso policiaco crece la resistencia estudiantil, como en la California Polytechnic at Humboldt, la politécnica estatal de California. Se trata de una Universidad con mayoría de estudiantes de clase trabajadora. No solo están acampando sino que ocuparon el edificio y las oficinas de los rectores; han sido muy creativos en sus tácticas y otros campus siguen muy de cerca lo que hacen estos estudiantes. Armaron una barricada y evitaron el ingreso de la policía el edificio.
Las figuras del establishment trataron de justificar la represión intentando vincular a los manifestantes con el antisemitismo. El presidente Joe Biden declaro “Este antisemitismo flagrante es reprensible y peligroso, y no tiene absolutamente ningún lugar en los campus universitarios, ni en ningún lugar de nuestro país. En una declaración de las organizaciones estudiantiles fijaron posición “Rechazamos firmemente cualquier forma de odio o intolerancia y nos mantenemos vigilantes contra los no estudiantes que intentan interrumpir la solidaridad que se está forjando entre los estudiantes: compañeros de clase y colegas palestinos, musulmanes, árabes, judíos, negros y propalestinos que representan toda la diversidad de nuestro país”. Contradiciendo las acusaciones de las autoridades de la Universidad Northwestern, el grupo estudiantil Huskies for a Free Palestine cuestionó la versión de la universidad, diciendo en un comunicado que fueron los contra-manifestantes los culpables de los insultos y que ningún estudiante manifestante “repitió el repugnante discurso de odio”. Mientras se desmentían las falsas acusaciones, entre otras atrocidades, se descubrieron dos fosas comunes en Palestina, que se originaron después de las incursiones israelíes en dos hospitales de Gaza, donde se encontraron los cuerpos de médicos, pacientes, niños y otras personas, lo cual redoblo la indignación y la decisión de los estudiantes de continuar con su lucha.
En los campus circulan fanzines con información sobre las demandas, además de un alto el fuego permanente y el fin de la ocupación, se exige la divulgación y desinversión y transparencia sobre el financiamiento de las universidades de proveedoras o que se benefician de la ocupación sionista. Entre otras: Dell, IBM, HP, Lenovo, Cisco, BMC Software. CUNY, por ejemplo, tiene 13 contratos por más de USD 8,5 millones con ese tipo de empresas. Piden el boicot, eliminar viajes académicos a Israel y las relaciones con universidades israelíes. Solidaridad con la lucha por la liberación de Palestina, se exige a las universidades que reconozcan formalmente el derecho del pueblo palestino a la liberación nacional y el derecho de retorno y de resistencia a la colonización, reconocido por el Derecho Internacional (Resolución de la Asamblea General A/RES/38/17 (22/11/1983). Demandan desmilitarizar CUNY y entre otros puntos, prohibir el acceso de oficiales de la policía (NYPD) a los campus universitarios y toda colaboración, entrenamiento y reclutamiento por parte de las instituciones imperialistas.
Con miles de millones de dólares en donaciones, capital social y,en algunos casos, vínculos directos con el Estado de Israel, las universidades son un lugar importante de lucha por el avance del movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones.
La Universidad de Columbia y el Barnard College, suspendieron a decenas de estudiantes que protestaban, citando preocupaciones de seguridad, pero los manifestantes no se han dejado amedrentar por las sanciones, las detenciones, las amenazas ni la represión policial. Es preciso tener en cuenta que el movimiento involucra a estudiantes tanto de grado como doctorales, y entre estos, muchísimos estudiantes internacionales, muy vulnerables, dado que sus visas y sus puestos de trabajo dentro y fuera de las universidades corren peligro. A pesar de un clima de brutal macartismo, con profesores cuyos contratos han sido rescindidos, las manifestaciones no se detuvieron, y se suman los acampes. Los estudiantes de Barnard College, incluida Isra Hirsi, hija de la representante estadounidense Ilhan Omar, una demócrata de Michigan, perdieron el acceso a la vivienda y los planes de comidas del campus. ” No sabemos cuándo nos dejarán volver a entrar”, dice Hirsi. Se ha sentido abrumada y triste por estar “atrapada en el exterior”, pero señala que era consciente de los riesgos. “Sentí que tenía que tomar una posición y agrego: no es un momento solo de Columbia. Es importante para todos nosotros, como estudiantes de universidades prestigiosas, arrojar luz sobre lo que está pasando”.
En un acto conmovedor, el ex pantera negra Mumia Abu-Jamal, en prisión desde 1982, se comunicó con los estudiantes del acampe de CUNY para transmitirles el siguiente mensaje: “Hermanos, hermanas, camaradas, amigxs: los saludo desde el sistema estadounidense de encarcelamiento masivo. Estamos participando ahora mismo de algo llamado ‘educación masiva’. Es maravilloso que hayan decidido no callarse y alzar su voz contra la represión que ven con sus propios ojos… Los insto a pronunciarse contra el terrorismo que azota a Gaza, con toda su fuerza, con todo su poder, toda su voluntad. No se agachen ante los que los quieren en silencio… Soy un estudioso del gran Franz Fanon; lo leo todos los días y pienso en sus ideas. Cuando veo lo que sucede en Gaza en estos momentos, sé que ahora mismo los habitantes de Gaza son los condenados de la tierra, en lucha por liberarse de décadas de ocupación. No basta con exigir un alto al fuego. Qué tal si exigen ¡¡el fin de la ocupación, el fin de la ocupación, el fin de la ocupación”.
Mientras se desarrollaban las protestas en EEUU, en Paris los estudiantes coreaban “Israel asesino, Sorbona cómplice” y “No nos mires, únete a nosotros” frente a la Sorbona “Estamos aquí a raíz del llamamiento de estudiantes de Harvard y Columbia”, declaró a la AFP Lorélia Fréjo, estudiante de París-1 y militante de la organización estudiantil Le Poing Levé. El viernes 26 se celebró una jornada de bloqueos y movilizaciones, en Sciences Po París,( Instituto de Estudios Políticos de París) con la presencia de varios diputados de Francia Insumisa- LFI.
Los manifestantes reunidos en las ventanas del edificio corearon consignas y colgaron pancartas en las que se leía “Todos somos palestinos”, desafiando a los administradores que, llamaron a la Policía para denunciar a los estudiantes. Lunes 29 de abril, la policía ingreso a la Sorbona.
En Australia los estudiantes de colegios e institutos abandonaron las aulas para manifestarse en las calles de la ciudad australiana de Melbourne en favor de Palestina, una concentración que generó en los días previos un intenso debate político. “Justicia para Palestina” o “Libertad para Palestina” son algunas de las numerosas consignas proclamadas durante la protesta, que tuvo como punto neurálgico la estación central de Flinders Street. En el vestíbulo de la estación, los jóvenes, muchos portando banderas de Palestina, iniciaron una sentada que se extendía hasta las transitadas calles aledañas al recinto. “Todos deberíamos ir a la escuela, los niños de Gaza también”, denunciaba una de las pancartas de este movimiento. “Nuestra educación es importante, pero lo que está sucediendo en Gaza ahora mismo es realmente importante para que los jóvenes lo comprendan y para que se escuche nuestra voz”, “Los jóvenes en Gaza están muriendo y viviendo experiencias horribles y yo estoy aquí teniendo una gran vida y no puedo hacer nada para ayudarlos” afirmó Layla, de 17 años, al canal público ABC.
En Berlín, los manifestantes estudiantiles instalaron tiendas de campaña frente al edificio del parlamento para denunciar la agresión y manifestar el apoyo al pueblo palestino y en Gran Bretaña, todos los sábados se celebran manifestaciones periódicas, en Londres y otras ciudades, a las que asisten decenas de miles de estudiantes en solidaridad con el pueblo palestino en la Franja de Gaza.
Mientras esto ocurre, el gobierno de Milei, sobreactúa su apoyo servil a los EEUU y al gobierno del criminal Netanyahu. El viaje a Israel del presidente argentino, su decisión de mudar la embajada argentina Jerusalén, la reunión con Laura Richardson, la jefa del Comando Sur de Estados Unidos y con el jefe de la CIA William Burns, su posicionamiento ante la situación internacional, particularmente ante la crisis en Oriente Medio, mientras habla de una Tercera Guerra Mundial, dejan ver una política exterior marcada por las desmesuras, el aventurerismo y un sometimiento que supera, las relaciones carnales del periodo menemista y recicla patéticamente el ropaje discursivo de la Guerra Fria, aunque sin la Unión Soviética en el escenario.
*Nancy Piñeiro, desde Nueva York, colaboro con la redacción de esta nota
Fuente: https://contrahegemoniaweb.com.ar/2024/04/30/en-eeuu-y-otros-paises-los-estudiantes-claman-por-palestina/