“Nuestra lucha sigue, aunque nos caigamos, la lucha de nuestro pueblo continúa, porque somos parte de esta tierra -‘mapu’-, estábamos desde mucho antes que los españoles, ingleses o árabes que, cruzaron el océano en barco y, ahora, se dicen ‘dueños’ de nuestros territorios. Una tierra que destruyen, nosotros estamos para preservarla para que la puedan disfrutar nuestros nietos”. (1)
Antecedentes
Tras la “Conquista del Desierto”, el Estado-Nación, como institución política e ideológica de la oligarquía euro/criolla dominante, relegó a los pueblos originarios a un escalón social inferior, privándolos de la propiedad de la tierra para acabar con las relaciones comunitarias indígenas, además, de denigrar a su cultura y a sus creencias cosmológicas. “Las razas inferiores, felizmente, han sido excluidas de nuestro conjunto orgánico; por una razón o por otra, nosotros no tenemos indios en una cantidad apreciable, ni están incorporados a la vida social argentina”. (2)
A la vez, el Estado nacional traspasó unas 50 millones de hectáreas de tierra del sur pampeano y la Patagonia a la propiedad privada de una elite de terratenientes euro/criollos.
Aunque el gobierno nacional, en un breve interregno entre 1880 y 1910, cedió tierras a familias indígenas, fue una tenencia con títulos precarios que, más tarde, permitieron los desalojos arbitrarios por la elite terrateniente o comercial, con la anuencia de las autoridades estatales. “Lo más triste es darse cuenta que ‘solamente’ procedíamos de acá, que era nuestro destino descender de los indígenas”. (3)
En el siglo XX, las familias mapuche/tehuelche debieron reunir todas sus fuerzas para preservar su existencia étnica, proteger a su descendencia del calvario vivido; por ello, se vieron obligados a ocultar la práctica de su lengua mapundungun, de sus costumbres ancestrales y de sus ceremonias cosmológicas.
Habría que preguntarse: ¿qué razón profunda movilizó al pueblo mapuche/tehuelche para, pese a la persecución y la estigmatización social, mantuvieran su identidad étnica, su antiguo modo de vida comunitario y su legado cultural?
El proceso de reorganización y movilización mapuche/tehuelche
Con el inicio de la década de 1990, en el gobierno peronista de Carlos Menem, se impusieron políticas neoliberales que, entre otros estragos, significó la extranjerización de la tierra en la Patagonia, el avance de la megaminería contaminante y la revalorización inmobiliaria y turística de la franja andina de la Norpatagonia.
En el año 1992, al conmemorarse los 500 años de la pérdida de la libertad de los pueblos indoamericanos, surgieron múltiples formas de reorganización y de movilización de los pueblos originarios en todo el continente; también, en la Nordpatagonia aumentaron las luchas por recuperar las tierras usurpadas a sus antepasados. Una reivindicación social indígena que cuestionó al Estado-Nación y a la hegemonía capitalista. “La historia cambia y la vamos a cambiar a través de una forma de vivir que es ancestral y es territorial y es política y es nueva. ¿Cuánto tiempo nos callaron?” (4)
En la franja andina de la Nordpatagonia, en setiembre del 2007, el lof Tacul-Chewque recuperó tierras en el Parque Municipal Llao-Llao, tierras cedidas a Ismael Tacul de la que fueron, arbitrariamente, desalojados por las autoridades del Parque Nacional Nahuel Huapi. “Ellos pagaban un pastaje y tenían que firmarlo, cuando el abuelo murió tenía que firmarlo la abuela. A ella le dijeron que era un permiso para el pastaje, entonces firmó con su pulgar. Pero era una nota de desalojo”. (5)
Le siguieron otras recuperaciones territoriales protagonizadas por familias mapuche/tehuelche. Esas medidas de acción directa tuvieron una gran repercusión política nacional tras los asesinatos, aún impunes, de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, perpetrados por la Gendarmería Nacional y la Prefectura Naval.
El reconocimiento legal del Estado-Nación argentino de los pueblos originarios
El Estado-Nación argentino nunca tuvo como política de Estado incluir, plenamente, al cuerpo social nacional a los pueblos originarios; por el contrario, los estigmatizaron como “salvajes ajenos a la civilización”. “Para ser argentinos de pleno derecho los indígenas debían renunciar a su condición étnica y asumir el modelo cultural que le ofrecían los propietarios del Estado. Estado que había sido su antagonista y que ahora les sugería la promesa de aceptarlos si abdicaban de la posibilidad de seguir siendo ellos mismos”. (6)
La cara bifronte del Estado-Nación que garantiza la hegemonía burguesa, dictó leyes que reconocen derechos a los pueblos originarios; en tanto, no afecten la propiedad de la clase dominante.
El artículo 75, inciso 17 de la constitución Nacional establece “la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos. Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural; reconocer la personería jurídica de sus comunidades, y la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan”.
Mientras que por la Ley Nacional N°24.071, se incorporó el artículo 169 del Convenio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) con las Naciones Unidas, reconociendo la preexistencia de los pueblos originarios; en la Parte I de Política General, Art.1, inc.2, establece que “la conciencia de su identidad indígena o tribal deberá considerarse un criterio fundamental para determinar los grupos a los que se aplican las disposiciones del presente Convenio”.
En la realidad, esas leyes son ‘papel mojado’ que no impide a los gobiernos burgueses sigan reprimiendo las luchas mapuche/tehuelche. “La tensión entre la norma y las efectivas condiciones económicas, políticas y culturales que les son impuestas al Pueblo Mapuche, genera un espacio de conflicto permanente frente al que el Estado ha reaccionado con indiferencia o represión, generando la violación de otros derechos”. (7)
Las luchas mapuche/tehuelche desnudaron la endeblez de los derechos de los pueblos originarios que embellecen al Estado-Nación, pero que se ignoran cuando cuestionan a la sacrosanta propiedad privada de la elite dominante. Sin olvidar, que la propiedad terrateniente de la tierra patagónica se originó en una conquista militar y está manchada con sangre indígena. “El problema es que aparecen estos señores y dicen que ellos tienen un título de propiedad, pero nadie sabe su procedencia (…) Y eso no es de ahora, eso vienen haciendo de años y años, desde que estaban nuestros abuelos y nuestros padres. Siempre luchando por la tierra, reclamando, y las autoridades dentro de eso, siempre combatiendo de desalojarnos a nosotros”. (8)
Las falsificaciones ideológicas impuestas contra el pueblo mapuche/tehuelche
La ideología dominante estigmatiza, racial y culturalmente, a los pueblos originarios, a la vez, que legitima a las elites capitalistas dominantes. Un positivismo europeizante que degrada a los pueblos indoamericanos, producto de más de un siglo de (des)información impuesta por la educación pública, las entidades estatales como fuerzas armadas, justicia y entes del estado, las iglesias y múltiples asociaciones de la sociedad civil.
Una falsificación ideológica dominante que, en nuestros días, gira sobre los siguientes ejes principales:
- “Los mapuche vinieron de Chile”
La denominación “puelche” define a los mapuche que vivían en el “Puel Mapu”, al oriente de la cordillera andina. Una presencia mapuche continua se está confirmada por numerosos vestigios arqueológicos hallados en la precordillera norpatagónica y en la región sur-pampeana. “Durante los últimos 2 mil años se registra un crecimiento demográfico, así como indicadores crecientes de interacciones a media y larga distancia, incluso transponiendo la cordillera andina. Dichas interacciones adoptaron dinámicas diversas y cambiantes que incluyeron relaciones de parentesco, alianzas político-sociales y conflictos, en escenarios geográficos con características diversas.”. (9)
La afirmación ideológica que el pueblo mapuche es “originario de Chile”, desconoce que son pueblos preexistentes a los Estado-Nación de Argentina y Chile, reconocido por las entidades oficiales, internacionales y nacionales; además, demuestra un alto grado de ignorancia de la historia regional prehispánica.
- “Son seudo mapuche”
Durante el siglo XX, el Estado-Nación argentino impidió, de múltiples formas, la reorganización comunitaria de los pueblos indígenas; aun así, las familias mapuche/tehuelche preservaron su lengua “mapudungun”, sus costumbres atávicas y sus ceremonias cosmológicas; una resiliencia social que impacta y alecciona. “Cuando una comunidad apela a su carácter indígena (a su categoría jurídica de indio) para defender un territorio y formas particulares de organización social, es muy difícil hablar de manipulación”. (10)
El ideario anti indígena ‘justificó’ que un juez decida sobre la pertenencia étnica o no de las familias mapuche. “Tenemos que soportar que personas que no saben nada de nosotros o de nuestra cultura y creencias, nos digan quién sí puede ser mapuche y quién no es mapuche”. (11)
- “Son intrusos”
Tras la conquista militar de los territorios indígenas, en el marco del festival de traspaso de las tierras patagónicas a corporaciones europeas, el Estado-Nación cedió tierras para erigir ‘Colonias Indígenas’ otorgando sólo ‘tenencias precarias’ que les negaba la propiedad de la tierra. En dicho contexto social, un inspector estatal de tierras decidía quién cumplía o no las exigencias para mantener la tenencia de las tierras. Una situación de indefensión legal sumado a la estigmatización racial dominante, justificó el desalojo de las familias indígenas, a lo largo del siglo XX. “Pobladores como la tribu de Napal no sólo habían perdido la posibilidad de acceder a la tierra en calidad de colonos, sino que ahora la antigüedad de su ocupación se volvía en su contra, que los convertía en ‘intrusos’ incapaces de afrontar el pago de pastaje”. (12)
Resulta risible si no fuera trágico, que las familias indígenas, cuyos antepasados poblaron la Patagonia hace más de 12.000 años, sean considerados “intrusos”.
- “Son terroristas”
A partir del gobierno reaccionario de Mauricio Macri, se impuso una política de abierta persecución contra las comunidades indígenas a través del Ministerio de (in)seguridad que encabezaba Patricia Bullrich; recrudeció la campaña de desinformación sobre el pueblo mapuche/tehuelche, estigmatizándolos como “violentos”, “terroristas”, que están financiados por el ‘terrorismo internacional’. Con justa razón, los comuneros indígenas expresan: “¿Cuántos efectivos de las fuerzas represivas murieron? Los muertos son todos nuestros y, sin embargo, nos tratan de terroristas”. (13)
Una política represiva y desinformación que, también, se aplica en Chile; existe una activa coordinación de inteligencia militar entre ambos países para acabar con la resistencia mapuche.
La recuperación territorial protagonizada por el lof Lafquen Huinkul Mapu
En el año 2017, jóvenes mapuche criados en las barriadas pobres de San Carlos de Bariloche, se sumaron a las numerosas recuperaciones territoriales en Santa Rosa-Leleque, Cushamen, Vuelta del Río, Futa Huao, Pillan Mawiza, Prane y otras más. “Todas venimos de distintos barrios, pero de barrios pobres porque así nos quiere el Estado (…) este territorio es nuestro por derecho, no podemos ser mapuche en la ciudad, no podemos vivir ahí y tampoco podemos morir ahí”. (14)
La elección de las tierras del Parque Nacional Nahuel Huapi por el lof Lafquén Huinkul Mapu no fue antojadiza, por su significación espiritual definida por la machi Betiana Colhuan, instalando un ‘rehue’, un sitio sagrado que, cual ‘escalera simbólica’, los une a las fuerzas cósmicas y a los espíritus de sus antepasados. “Es un espacio donde profundizamos nuestra espiritualidad, es un lugar físico pero, también, un lugar asentado espiritualmente, donde hacemos nuestros ruegos y agradecemos lo que nos da la naturaleza, es un lugar en el bosque, rodeado de los seres que bajan de las montañas”. (15)
También, es recuperar tierras despojadas a las familias mapuche por Parques Nacionales; en tanto, la elite oligárquica mantuvo sus lujosas residencias de veraneo. “¿Nadie se puso a pensar cómo es que Diego Frutos y mucha gente del empresariado se hacen de esas tierras públicas? ¿Ustedes o yo tendríamos derecho a una parcela en Parques Nacionales? Bueno, no, no es para cualquiera. Se lo dan a cierta élite”. (16)
Una recuperación territorial que sufrió violentos intentos de desalojos por las fuerzas represivas estatales; hasta que, el 25 de noviembre de 2017 meses después del asesinato de Santiago Maldonado, fue ultimado el peñi Rafael Nahuel por efectivos de la Prefectura Naval, además de otros dos heridos por balas de plomo.
Un ataque criminal que, frenó temporariamente la represión. “En un momento lo veo a Rafa que estaba a mi izquierda y lo veo que cae, lo veo de refilón y la tenía a la lamien Johana también casi al lado mío y se agarra el hombro y en ese momento los demás empiezan a gritar que Rafa estaba en el piso herido, todos gritamos hasta que no se escucharon más disparos (…) No sé cuánto nos habrá llevado llegar hasta la ruta pero sí tardamos bastante. Recuerdo una secuencia donde la lamien Johana le golpeaba la cara porque no tenía reacción. Su cara se enfriaba y no quería que se duerma, fue la última reacción”. (17)
Luego, en el año 2022, el gobierno peronista de Alberto Fernández y su ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, cedieron a la presión de la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras y a la elite dominante de Bariloche, lanzaron una nueva represión estatal que, de milagro, no cobró nuevas víctimas, apresando a cuatro lagmien, contra ellas, el Estado cometió todo tipo de tropelías al secuestrarlas y encarcelarlas arbitrariamente.
La presión política de la elite racista de San Carlos de Bariloche y la Comarca andina
Desde fines del siglo XIX en adelante, la ideología oligárquica dominante en la Patagonia impuso una historia regional que se inicia con la conquista militar de la Patagonia y continua con la colonización neocolonial euro/criolla; una versión elitista que ignora la milenaria existencia de los pueblos originarios. en tanto, los colonos europeos y la elite porteña son glorificados bajo la categoría de “pioneros”.
La franja andina, con epicentro en la ciudad en San Carlos de Bariloche -la “Suiza argentina”-, atrajo a inmigrantes alemanes, suizos, italianos, franceses, austriacos-, también, a la elite oligárquica nacional que pasaron a constituir la elite dominante en la Nordpatagonia, cuya ideología positivista y eurocentrista caracterizada por su profundo desprecio al indígena y, en general, a los desposeídos que sobreviven en los barrios Altos de Bariloche. “La ideología racista derivada de la guerra de conquista (que) se transmitió en buena medida a los inmigrantes europeos, configurando así un bloque histórico en el cual presencia de los indígenas no sólo era despreciada sino también considerada un arcaísmo relictual y prescindible”. (17)
En las primeras décadas del siglo XXI, las sucesivas recuperaciones territoriales de las comunidades mapuche/tehuelche, además de las movilizaciones populares contra la megaminería, la impunidad del latifundio extranjero como los hermanos Benetton o Joe Lewis; resultaron intolerables para la elite racista y neo-colonizante de la comarca andina.
Un proceso de conflictividad social que los reunió en una Coordinadora para contrarrestar las movilizaciones indígenas y populares, donde reivindican la “Conquista del desierto” y al general Julio A. Roca.
Un juicio que es una verdadera encerrona contra las lamien y peñi mapuche/tehuelche
Con la llegada al gobierno nacional del ultraderechista Javier Milei y el retorno al Ministerio de Seguridad de Patricia Bullrich; un contexto político que, en la comarca andina, dio piedra libre para una verdadera cacería contra los peñi y lagmien mapuche/tehuelche. “Esto vuelve a actualizar un dolor histórico, dolores que cargan nuestros mayores y que hoy nos hacen vivirlo en cuerpo propio”. (18)
Las nuevas autoridades de Parque Nacionales presidida por Cristian Larsen, desconocieron los acuerdos firmados con la lof Lafquen Huinkul Mapu; ahora, exigen cárcel para las lagmien y peñi enjuiciados.
La actual condición de indefensión del lof Lafquen Huinkul Mapu ante la persecución judicial-policial, ha sido denunciada, enfáticamente, por la Gremial de Abogados y Abogadas. “Una y otra vez insistimos: jueces, fiscales y Tribunales seguirán respondiendo a las políticas que ‘bajan’ desde las instancias del Poder real, de las grandes empresas, terratenientes, latifundistas y, encima, de los sectores racistas y supremacistas. Recordemos que estamos hablando del delito de usurpación. Delito excarcelable aun para personas con antecedentes penales y que no hace presumir condenas de cumplimiento efectivo. Las lagmien mapuche son, evidentemente, más peligrosas que los rugbiers franceses o los tantos funcionarios públicos procesados y hasta condenados por hechos gravísimos. Pero el problema de las y los mapuche es que son mapuche”. (19) En ese contexto social de persecución racial, los días 26, 27 y 30 de setiembre, se llevará adelante el juicio para condenar a las lagmien y peñi del lof Lafquen Huinkul Mapu; hoy, Luciana Jaramillo y Romina Rosa tienen detención domiciliaria, también, están enjuiciados María Nahuel, Yessica Bonnefoi, Mayra Tapia, Betiana Colhuan y Cristian Colhuan. No hay que ser muy perspicaz, para considerar que es una verdadera encerrona judicial/policial para aplastar la lucha mapuche/tehuelche. “Hoy, nuevamente el Estado pretende sentarnos en el banquillo de acusados, culpándonos de usurpar nuestra propia tierra (…) No vamos a pedir justicia a los mismos que nos mandan a matar, a encarcelar, a perseguir pero sí llamamos incansablemente a la conciencia de nuestra gente”. (20)
Notas
(1) NAHUEL, María, testimonio para este artículo.
(2) GONZALEZ, Joaquín V., Ministro del Interior, discurso ante el senado en 1913. Citado por BRIONES, Claudia, en: Construcciones de aboriginalidad en Argentina.
(3) MERCEDES, descendiente mapuche. Citada por MENDEZ, Laura Marcela, en: El estigma del origen. Chilenos e indígenas en el Gran lago 1880-1935. Historia de las familias mapuche Lof Paichil Antriao y lof Quintriqueo, Córdoba, Ferreyra editor, 2010, página 71.
(4) Manifiesto del LOF LAFQUEN HUINKUL MAPU, año 2019.
(5) Versión transmitida por los mayores de la comunidad TACUL CHEWQUE. Citado por MOYANO, Adrián, en: Furilofche mapuche: Nuevas y viejas comunidades en la Suiza argentina.
(6) BARTOLOME, Miguel Alberto, en: Los pobladores del ‘desierto’, 2003, cuadernos de Antropología Social N°17, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, páginas 167/168.
(7) Pedido de audiencia ante la CIDH de comunidades mapuche de Argentina y Chile, enero de 2021. Citado por CENTRO DE ESTUDIO LEGALES Y SOCIALES (CELS), en: Coordinación represiva contra el pueblo mapuche Cómo se articularon la inteligencia ilegal, la militarización y la estigmatización para impedir el ejercicio de los derechos indígenas.
(8) HUENCHUNAO, S. Citado por BRIONES, Claudia y RAMOS, Ana, en: Los porqués del “de acá nos van a sacar muertos”. Procesos de recuperación de tierras en la Patagonia Norte.
(9) BERÓN, Mónica, DI BIASE, Ayelén, MUSAUBACH, M. Gabriela y PÁEZ, Florencia, en: Enclaves y espacios internodales en la dinámica de poblaciones en el Wall-Mapu. Aportes desde la arqueología pampeana.
(10) GROS, Christian. Citado por HADAD, María Gisela, en: ¿Oportunidad u oportunismo? Comunidad, territorio e identidad en el caso de la comunidad Tacul Cheuque.
(11) J, extracto de entrevista a tres días del asesinato de Rafael Nahuel, noviembre 2017. Citado por BLEGER, Mariel y FIORI, Ayelén, en: “Las formas de la memoria”. Recuerdos construidos en contextos de expropiación y recuperación territorial en Patagonia.
(12) DELRIO, Walter, en: Memorias de expropiación. Sometimiento e incorporación indígena en la Patagonia 1872-1943, Buenos Aires, Universidad Nacional de Quilmes editorial, 2005, páginas 212/213.
(13) MILLAN, Mauro, en: Enemigo mapuche que impide saquear el territorio.
(14) Registro de campo. Diciembre, 2017. Citado por BLEGER, Mariel y FIORI, Ayelén, en: “Las formas de la memoria”. Recuerdos construidos en contextos de expropiación y recuperación territorial en Patagonia.
(15) COLHUAN, Betiana, testimonio para este artículo.
(16) MILLAN, Mauro, en: Enemigo mapuche que impide saquear el territorio.
(17) Testimonio de Fausto JONES HUALA. Citado por CLARO, Gioia y SPOSARO, Roxana, en: Juicio por el asesinato de Rafael Nahuel: la voz Mapuche, 06.10.2023. Tierra Viva Agencia de Noticias.
(18) BARTOLOME, Miguel Alberto, en: Los pobladores del “Desierto” genocidio, etnocidio y etnogénesis en la Argentina.
(19) CABRAPAN DUARTE, Meli. Citada por GUERRERO, Mariángeles, en: Las mujeres mapuches detenidas de Villa Mascardi y la violencia misógina y racista.
(20) GREMIAL DE ABOGADOS Y ABOGADAS, declaración pública del 10.09.2024
(21) LOF LAFQUEN HUINKUL MAPU, Declaración Pública del 03.09.2024