En el último tiempo hemos podido ver como proliferan una cantidad abismante de guerras y enfrentamientos de diversa índole. Frente a esta realidad es pertinente preguntarse ¿cuáles son los conflictos? y ¿a qué se deben?, pero por sobre todo, y más inquietante es ¿a quien le convienen?
Si analizamos sólo los focos más activos de conflicto a la fecha ya nos arrojan indicios, paso a enumerarlos:
- Gaza: Como es bien sabido el estado sionista de Israel ha comenzado una guerra de exterminio contra el pueblo palestino en la franja de Gaza. Dentro de la largo y sangriento camino tomado por Israel para asentarse en tierra palestina, este último episodio podría comenzar, por señalar una fecha, el 7 de octubre de 2023, cuando diversos grupos de la palestina ocupada, comenzaron con un ataque sorpresa hacia Israel. Lanzaron miles de cohetes hacia el sur del país y cruzaron la frontera, atacando varias localidades, en las que llevaron a cabo ejecuciones sumarias y secuestraron más de 200 personas, en mayoría, civiles. Según el Ministerio de Salud israelí, al menos 1.200 personas perdieron la vida y casi 3.500 resultaron heridas.
Como respuesta a este ataque el estado Sionista tomó como responsable principal al grupo Hamas (Movimiento de resistencia Islamica) movimiento que se declara yihadista, nacionalista e islamista. Y las acciones que tomaron fue la de atacar a la población civil, haciéndola huir al sur de Gaza, cerca de la frontera con egipto, esta acción ha sido desastrosa e inhumana por su crudeza y presicion por parte de un ejercito sionista que no tiene otro nombre que carnicero, que hasta el 20 de marzo era de 32.000 muertos, de los cuales en su mayoría son mujeres y niños. Y más de 74.000 heridos. - Sudán: Una guerra civil cruenta y que raya el sin sentido se despliega en Sudán, una vez más. Desde el 15 de Abril de 2023 comenzó lo que sería un “nuevo capítulo” en la guerra civil de Sudán, las facciones beligerantes son las Fuerzas Armadas Sudanesas (FAS) lideradas por Abdel Fattah al-Burhan, y apoyado por Egipto, y el líder de la organización paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), Mohamed Hamdan Dagalo, alias Hemetti, apoyado por Emiratos Árabes Unidos. En lo que va de conflicto se estiman entre los 40.000 a 50.000, además de 10 millones de desplazados, de los cuales 2 millones han logrado huir del país en condiciones paupérrimas, hacia campos de refugiados sobrepasados, sin agua potable, ni alimentos. Los exterminios étnicos son pan de cada día y la información de las víctimas se amplía cuando es posible encontrar fosas comunes, huella de las limpiezas étnicas que llevan a cabo una y otra facción, además de ejecuciones sumarias por cualquier excusa que sirva de sospecha, o incluso encontrar en el camino a quienes quieren huir del hambre y la guerra.
El origen de esta guerra civil es un enfrentamiento entre pastores y agricultores, que se disputan tierras que pueden servir para uno de estos propósitos. Pero son guerras libradas con las armas que se supone que deberían haber llegado a Ucrania, como parte de las “ayudas” norteamericanas (principalmente) a esta contienda, y que hoy son usadas para acrecentar el río de sangre en el que se está transformando el norte de África, y suma a las hostilidades del Sahel. - Ucrania: La más mediática de las guerras en curso, parte el 22 de febrero de 2022, cuando la Federación Rusa comienza la “operación militar especial” hacia Ucrania, como respuesta a la intención de este país de formar parte de la OTAN, saltando así una “linea roja” marcada por la mayor potencia nuclear del mundo, Rusia. Es difícil dar datos sobre esta guerra, ya que todos los datos están mediados por la propaganda de guerra de ambos bandos, pero se puede aproximar 6 millones de refugiados, 30.000 civiles muertos, y cerca de 19.000 heridos. Cabe destacar que esta guerra tuvo una mesa de paz que fue rota por Inglaterra, en su momento Boris Johnson fue quien presionó a los negociadores Ucranianos para que abandonaran la mesa de negociación de paz con Rusia. Además que ya es de sobra conocido que EEUU voló los gasoductos de Nord Stream 2, con los que llegaba gas ruso a Alemania, esta “energía barata” era el motor del desarrollo industrial alemán, que a su vez es el motor económico de Europa. Es decir, que esta guerra reconfigurará los bloques, las alianzas y la estructura económica occidental.
- Myanmar: Desde el golpe de estado de febrero de 2021, este estado se encuentra en una guerra civil que a la fecha ha dejado más de 37.000 muertos y 700.000 desplazados. Desde su independencia en 1948 este país ha sido gobernado por el ejército, que controla distintas áreas de la economía, como la de la construcción, las comunicaciones, petroleras, gasíferas, marítimas y un largo etcétera. Este estado forma parte de la “ruta de la seda” China, y el gigante asiatico ha invertido mucho en este país, por lo tanto no es de extrañar que los principales apoyos a la balcanización de este país a través de sus guerrillas regionales tengan contactos directos o indirectos con EEUU e Inglaterra.
Si hacemos el ejercicio de poner en un mapa todos estos conflictos, que son solo los más “activos” (por no decir barbáricos) en la actualidad. Nos encontraremos con la sorpresa de que parecen envolver a China, y a sus esfuerzos de construcción de la “ruta de la seda”.
Esto está generando un desorden mundial gigantesco, como dice el refrán “a río revuelto, ganancia de pescadores”, es este inmenso reacomodo lo que genera la posibilidad de desempolvar las viejas ambiciones bélicas por todo el mundo, ya que a estos conflictos se suman los más antiguos, como son; los recientes pasos de Níger y otras naciones del Sahel por romper las cadenas coloniales francesas; Turquía retomando la iniciativa con acciones militares sobre Siria e Irak; el florecimiento de las fricciones en las naciones del sur oeste Ruso, además de Transnistria y Moldavia; las tensiones en la India por Cachemira, y con China; las tensiones de este último con Taiwán; las Coreas, y Japón comenzando una nueva carrera armamentista; similar al escenario en la Unión Europea, con un llamado desesperado a armarse nuevamente; los roces entre España y Marruecos; y en Nuestra América, Venezuela con Guyana; y el nuevo “Plan Cóndor” con la excusa de la persecución al Narcotráfico.
Sin lugar a dudas la otrora potencia unipolar no quiere retirarse en paz, como ninguna otra potencia a lo largo de la historia, esta espiral de caos sólo se puede detener con los pueblos del mundo retomando la iniciativa, porque al parecer los ludópatas tomaron el control del mundo, y cuando pierdan, nos arrastrarán a todos en su jugada.