El reciente libro Piñera en Jaque, bitácora íntima de un gobierno bajo presión de las periodistas Paula Catena y Gloria Faúndes abre una ventana inédita a los años más convulsos del segundo mandato de Sebastián Piñera. A través de más de un centenar de entrevistas y testimonios, se revela no solo la dimensión política de la crisis del 2019, sino también los aspectos humanos, familiares y hasta esotéricos de un gobierno al borde del colapso.
Durante el «estallido social«, La Moneda estuvo dos veces a punto de caer. Helicópteros en techos cercanos y cápsulas de escape listas para evacuar al presidente hablan del nivel de desesperación que se vivía en el corazón del poder. En paralelo, las decisiones erráticas y las declaraciones desafortunadas —como aquella de que “Chile era un oasis”— contribuyeron a profundizar el malestar ciudadano.
El libro también expone episodios sorprendentes: desde velas azules encendidas en el palacio, consejeros espirituales y chamanes convocados por su entorno, hasta la constante pugna entre los llamados “halcones” de la derecha, que presionaban por mano dura, y quienes veían la necesidad de una salida política. Incluso se registra la consulta de Piñera al expresidente Ricardo Lagos, quien le advirtió que volver a sacar a los militares sería abrir una herida irreparable.
En lo simbólico, las imágenes de Piñera cenando pizzas en medio de las protestas o tomándose una fotografía en plena crisis se convirtieron en íconos del desarraigo y la desconexión del poder con la realidad del pueblo. A ello se suma el controvertido viaje a Cúcuta, pensado como un gesto de liderazgo internacional, pero que terminó siendo un fracaso que el propio Piñera tardó años en reconocer.
El relato de Catena y Faúndes no se limita a los pasillos de La Moneda: muestra también el costo humano para su familia, la oposición inicial de su esposa Cecilia Morel a una nueva candidatura y el rol político asumido por su hija Magdalena en medio de la crisis. Todo ello da cuenta de cómo lo personal y lo íntimo se entrelazan inevitablemente con lo político.
Más allá de lo anecdótico, esta obra nos invita a reflexionar sobre un hecho esencial: la crisis del 2019 no fue solo de un presidente, sino del modelo político y social que durante décadas se presentó como incuestionable. La desesperación en el poder, simbolizada en helicópteros y velas azules, contrastaba con la determinación de millones de personas que en las calles exigían dignidad, justicia y una nueva Constitución.