
La muerte de un burócrata es un largometraje de ficción del director de cine cubano Tomás Gutiérrez Alea estrenada por el ICAIC en 1966. Es una sátira de la burocracia cubana. Esta película es una sátira social que disfruta denunciando un viejo mal, sus consecuencias y derivaciones, con el desenfado que caracteriza el humor criollo y caribeño. Una comedia de absurdos, que comienza cuando entierran un cadáver junto con sus documentos de identidad y se desata entonces un remolino burocrático.
Sinopsis
Un obrero ejemplar es enterrado con su carnet laboral en reconocimiento a sus méritos, pero su viuda no puede cobrar la pensión sin ese documento. El sobrino del difunto vive alucinantes aventuras para recuperar el carnet de la tumba de su tío. «Un golpe de ataúd en tierra es algo perfectamente serio», escribió Antonio Machado, y lo es siempre que el cadáver no arrastre consigo sus documentos de identidad en medio de un remolino burocrático, porque entonces se desata el absurdo. Esta película es una sátira social que disfruta denunciando un viejo mal, sus consecuencias y derivaciones, con el desenfado que caracteriza el humor criollo y caribeño.
Comentarios del director: Decidí hacer la película a partir de una experiencia personal. Puede sucederle a cualquiera. Me vi de pronto atrapado en los laberintos de la burocracia a partir de unos problemas muy simples y elementales que quise resolver. Perdí mucho tiempo en eso y decidí hacer justicia por mis propias manos. «Pensándolo bien ―me dije― mejor hago una película y así me evito líos con la policía». De esa resolución salió una comedia, porque ¿no es ese el tono más apropiado para expresar el carácter absurdo que adquieren las deformaciones burocráticas, los formalismos y los formulismos vacíos que no tienen nada que ver con la práctica revolucionaria? […] Sería mucho pedir a una comedia como esta que provocara una toma de conciencia en el espectador burócrata. Creo que muy pocos burócratas se reconocieron como tales ante el filme. Seguramente se reían, eso sí, de los otros burócratas, los que ellos mismos han tenido que padecer en alguna ocasión. El efecto positivo del filme está en que brinda apoyo moral a las víctimas del burocratismo. Tomás Gutiérrez Alea: «Un apoyo moral a las víctimas del burocratismo», entrevista de Gary Crowdus, en la revista Cineaste, Nueva York, 1979
Ficha artística Salvador Wood Silvia Planas Carlos Gargallo (Carlos Moctezuma, 1933-1983). Miriam Ramos (actuación especial). Gaspar de Santelices Pedro Pablo Astorga Manuel Estanillo