Juan Carlos Flores
En el escenario contemporáneo, las dinámicas del imperialismo global encuentran en China un actor clave para comprender los cambios geopolíticos y económicos. Desde la Ruta de la Seda Digital en América Latina, pasando por la Iniciativa de Gobernanza Global y la Cumbre Virtual de los BRICS, hasta la propuesta de una Iniciativa para la Civilización Global, se configura un entramado estratégico que redefine las relaciones entre los pueblos y el poder mundial.
La Ruta de la Seda Digital en América Latina y Chile
China ha extendido la Iniciativa de la Franja y la Ruta hacia un plano digital, buscando consolidar la infraestructura tecnológica en telecomunicaciones, redes 5G y plataformas digitales. En América Latina, y particularmente en Chile, esto plantea oportunidades y desafíos, como expone el análisis de Política China sobre la implementación de la Ruta de la Seda Digital.
- Por un lado, se abre la posibilidad de diversificar alianzas y superar la dependencia de los monopolios tecnológicos occidentales.
- Por otro, emergen tensiones relacionadas con la soberanía digital, la seguridad de datos y el riesgo de nuevas dependencias bajo un esquema de poder global asimétrico.
Iniciativa de Gobernanza Global
En 2023, China presentó el Documento Conceptual sobre la Iniciativa de Gobernanza Global, donde propone un sistema internacional más “equitativo y justo”, que se distancia de los marcos hegemónicos occidentales. La propuesta se centra en el multilateralismo, la cooperación Sur-Sur y la defensa de la soberanía estatal frente a las injerencias externas. Sin embargo, el trasfondo también responde al interés de Pekín de fortalecer su influencia en los organismos multilaterales y disputar espacios de liderazgo a Estados Unidos y Europa.
Cumbre Virtual de los BRICS
La reciente Cumbre Virtual de los BRICS reafirmó la apuesta por un mundo multipolar. Los países miembros (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) insistieron en la necesidad de reformas al sistema financiero internacional y en la creación de mecanismos propios de cooperación económica y tecnológica. La ampliación de este bloque y su acercamiento a América Latina subraya la búsqueda de alternativas a la hegemonía de Occidente, aunque también revela tensiones internas entre los distintos modelos de desarrollo y estrategias nacionales.
Iniciativa para la Civilización Global
Finalmente, la Iniciativa para la Civilización Global, impulsada por China, busca proyectar una narrativa que reconozca la pluralidad de culturas y modelos de modernización. Se trata de un discurso que pretende desmarcarse del universalismo liberal occidental, reivindicando la coexistencia de múltiples civilizaciones. Aun así, su carácter abstracto y la falta de mecanismos concretos para su implementación plantean interrogantes sobre si se trata de un proyecto emancipador real o de una estrategia discursiva para legitimar el ascenso de China en el sistema internacional.
Reflexión finales
Estas iniciativas muestran cómo el imperialismo contemporáneo no se limita a la dominación militar o económica, sino que se extiende a la esfera digital, cultural y de gobernanza global. América Latina, y en particular Chile, se encuentran en la encrucijada: entre las posibilidades de construir alternativas soberanas a la hegemonía estadounidense y europea, o quedar atrapados en nuevas redes de dependencia con el gigante asiático.
El desafío para nuestros pueblos no es solo elegir entre potencias, sino forjar caminos propios de integración, cooperación solidaria y defensa de la soberanía popular, que permitan romper con las lógicas de dominación que, aunque con distintos protagonistas, siguen siendo expresión del mismo sistema-mundo capitalista.


